lunes, 17 de octubre de 2011

INDEPENDENCIA DE CUENCA(HISTORIA)



 3 DE NOVIEMBRE DE 1820
INDEPENDENCIA DE CUENCA: 3 DE NOVIEMBRE DE 1820


Un ideal 

Desde el año 1795 hubo en Cuenca la expresión pública por conseguir la libertad, en diferentes lugares de la ciudad, el día 25 de marzo de este año, circularon unos manuscritos que contenían ideas de libertad como una reafirmación de la conciencia cívica y amor a su tierra. Los patriotas cuencanos revelaros su sentimiento de amor a la independencia en estos letreros que contenían lo siguiente: "A morir o vivir sin el Rey prevengamos, valeroso vecindario. Libertad queremos, y no tantos pechos y opresiones". Conocían muy bien los cuencanos quienes eran los autores de esta invitación a través de los letreros, pero guardaban absoluta reserva por las amenazas de los funcionarios españoles, muy leales a su Rey, y estas autoridades reales temblaron como la encina al soplo del huracán; levantaron juicios criminales contra las autoridades y cómplices de las leyendas fijadas en las paredes de los edificios de la ciudad.
Exactamente no se sabe el paradero de los juicios, pero se puede asegurar de los participantes en la fijación de dichas leyendas fueron: Paulino Ordóñez, Fernando Salazar y Piedra, Joaquín Tobar.
Estas leyendas las tomaron los cuencanos, como su primer Himno Patrio coreado por sus pechos enardecidos de civismo y ansia de libertad, para romper las cadenas del León Ibérico que dominaba en la Real Audiencia de Quito. Con este fin se hicieron dos tentativas, pero fracasaron los patriotas en su empeño y resolvieron dar un golpe decisivo en la consecución de la libertad para su pueblo.

3 de noviembre de 1820

El Dr. José María Vásquez de Noboa mandó a publicar el TRES DE NOVIEMBRE DE 1820 unas Reales Ordenes Españolas por bando solemne, acompañado de la escolta militar; mientras se leía dicho mando en una esquina de la ciudad, nueve patriotas del complot se echaron sobre la escolta y la desarmaron a la fuerza.

Valientes y patriotas 

Los nueve valientes estaban capitaneados por el prócer Tomás Ordóñez, verdadero héroe de la jornada. Cuando se hallaba trabado en una lucha con un soldado le atravesó la pierna de un golpe de bayoneta. Los patriotas se reunieron en la Plaza de San Sebastián. Allí con un numeroso grupo de ciudadanos cuencanos proclamaron la libertad e Independencia de Cuenca. El regocijo popular fue indescriptible. Ordóñez a pesar de encontrarse herido, recorría las calles, animando y entusiasmando las multitudes; don Juan María Ormaza fue el orador principal, manifestó con elocuencia los sacrificios que todos deben hacer por la libertad e Independencia de la Patria. Cumpliendo así el juramento que hicieron estos valerosos hombres para vengar la sangre que se derramó despiadadamente en la masacre del 2 de Agosto de 1810; horrible hecatombe que consternó a toda América; pero lo cual sirvió de savia fecunda para conseguir la Libertad el 9 de Octubre de 1820 en Guayaquil y el 3 de Noviembre de 1820 en Cuenca.

Libertad 

Y así se forjó la Libertad e Independencia de Cuenca, los precursores de ella, también pensaron en amasar la grandeza de su pueblo bajo la égida de la libertad. Cuenca, ha contribuido eficientemente al enriquecimiento de la cultura ecuatoriana, ha puesto su aporte positivo en el adelanto espiritual y material de nuestra Patria. Cuenca, la Atenas del Ecuador, en conjunción de ideales ha sido transformada en una floreciente ciudad, gracias a la constancia y esfuerzo de sus hijos, llena de un futuro promisorio. Cuenca y sus cantones tienen un panorama de inefable belleza; el hermoso paisaje azuayo se presta para el turismo. La chola cuencana, nace del folclor ecuatoriano un capítulo de singular importancia. Las riveras del Tomebamba son encantos de poesía, con las piedras que hablan y el río que canta. En fin, la urbe con sus bellos edificios como la Catedral y otros de arte colonial, hablan de Cuenca del Ecuador por su pujanza.

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